Nueva Propuesta Lírica Popular Contemporánea FRANCISCO ALVERO El Juglar Del Amor

“VERSOS QUE ILUMINAN, PALABRAS QUE QUEMAN…”

Poemas y canciones que rugen de amor, de pareja, personal y colectiva, para la victoria cotidiana, eterna desde corazón, concreta, que involucra todas las esferas de lo humano, lo social y político- en el profundo sentido de la palabra, como sinónimo de proceder y compromiso, en la tarea de consensuar y socializar la vida y la alegría, la paz, la justicia con todo nuestro ser, cada gota, brote, a toda edad, a cada instante.




lunes, 27 de abril de 2015

“Semillando luz… en el campo popular!!!” DE FRANCISCO ALVERO CANTA

“Semillando luz… en el campo popular!!!” por FRANCISCO ALVERO CANTA




 “Semillando luz…  en el campo popular!!!”


Ay, campo popular
Sojizada tus entrañas de sol
Inseminemos de luchas,
Semillemos de luz y color
La lúgubre y anquilosads
Fría y cruel opresión

Así irá creciendo,
 sin demagogia alguna
Al calor de la unión
Arando en serio, 
sin especulación
La verdadera liberación

Qué bellas y dulces son
Sonrisas enamoradas.
Verdes y anchurosas!
Siempre frescas y despiertas
Muy diferentes de otras
 Que simulan felicidad

Savia verde en tus entrañas,
Veneno de soja, no es miel
Petroleras, represas y mineras
Te contaminan lo se muy bien.

Juntos, te cuidaremos,
 Pachamama querida!
Venciendo el verdadero terrorismo
Del hambre brutal y opresor burgués

Millones de voces se alzan
Como olas del continente azul!
En movimiento como mar y cielo!
Lo detendremos ya, es tiempo aun!

Fecundando pampas,
y corazones por igual
Ni un paso atrás,
En el surco hermano,
Semillando luz
En el campo popular!

 Florido y doliente vergel
Tú clara conciencia libertaria
 Azorada nos mira y abraza.
Y con ternura urgente nos llama.

Preñando corajes, adentro.
Pujantes como el sol,
Lejos de la oscura cruz
El alba latinoamericana
Virgen anhelada
 Renace, hoy.

                              Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA

BELLEZA DE MUJER... Mirada Y Veneno mortal, lo se..." CANCIÓN de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR







Belleza de Mujer...
Mirada Y Veneno mortal,
 lo se..."   

CANCIÓN 
de FRANCISCO ALVERO, 
EL JUGLAR 
DEL AMOR

Con tu mirada, mujer
descubro lo que es amar
Sencilla y natural
y al mismo tiempo especial
Especial.

Es tu sonrisa, mujer
todo lo que me hace bien
son tus besos, mi ilusión
y tus pechos, mi calor
Ay, mi amor

Eres tu, tan especial
Tan romántica y sensual
Ay, mujer, dulce y sensual
Si te pudiera yo amar.

Te abrazo con mi canto
Porque ya te quiero amar
ay, mujer, mujer total
  tan romántica y sensual
sonreíme una vez mas 
y acércate un poco mas
para que así, sin falta
 nos podamos amar!

Tu belleza de mujer
es belleza sin igual
Eres algo tan especial
tan elegante y sensual
Muy sensual

Tus caderas, dulce bien
si que las sabes mover
en el día al caminar
y en la noche al bailar
o al amar.

Tus besos, mi amor
Son veneno mortal
Mas si no me besaras
  yo moriría igual
Igual








"La diferencia esta en Amar." Poema CANCIÓN De Francisco Alvero, EL JUGLAR ®







"La diferencia  esta en Amar." 

Poema CANCIÓN   

De Francisco Alvero, EL JUGLAR ®


La diferencia de amar
  desear o solo gustar
es evidente y total
te lo voy a demostrar
Si me escuchas de verdad
sin duda lo captaras

Amar es entrega total
Es comprender y perdonar
compartir sueños y luchas
luz y sombra, de verdad
Pero amar también es desear
 paso previo y pasional

Ay, mujer, mujer divina,
 me siento en alas volar
Porque te amo y mucho mas
Soy un río que va hacia el mar
La potencia de mi amor
es la calma del huracán

Es tu forma de amar
tu sonrisa y algo mas
no lo puedo asegurar
solo se que es amar
que me vuelve loco
sin poderlo controlar

Porque amar es algo así
imposible de decir
solo se puede sentir
dentro del alma, si
Y cuando estalla
es un potente elixir




"Princesa, sol de mi corazón Me deslumbra tu amor" De FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR









"Princesa, sol de mi corazón, Me deslumbra tu amor." 
De FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR


Me deslumbra ya tu amor
y esa fuerza interior de tu andar
llena de sensualidad
y pureza celestial

Tu corazón es la luz

que necesito al caminar
Nunca me vayas a faltar
porque me puedo extraviar

Nuestros labios erizan la oración

revolotean tus cabellos de ilusión
Enredándonos en la loca pasión
descubrimos el secreto del amor
Princesa, sol de mi corazón
Me deslumbra tu amor

Aunque parezcas fuerte,

conozco tu debilidad
Aunque altiva te muestres
eres tímida por demás
y eso todavía, te aseguro
me gusta mucho mas!

Abrazate a mi ilusión

que me muero por tu amor
no me engaña tu desdén
Princesa, sol del querer

Este hermoso día de sol

Sin ti, no seria igual
Te lo puedo asegurar
Contigo lo es mucho mas

Sino mírame nomas

como se eriza mi piel
con tu aroma de mujer
que exudan sol y miel









domingo, 26 de abril de 2015

"Princesa, flor de mi tierra, labios de fuego..." CANCIÓN de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR






"Princesa, flor de mi tierra,
labios de fuego..." 

CANCIÓN  
de FRANCISCO ALVERO, 
EL JUGLAR

Princesa labios de fuego,
sonrisa de terciopelo
tu aire fino y soberbio
me transporta más allá

Aprecio desnuda tu alma 
tus ojos de puro embeleso
tus rasgos de sol eterno
que me invitan a gozar

Princesa, flor de mi tierra
Esencia crepuscular
Me embruja ya tu silueta  
no puedo dejarte de mirar
Princesa, labios de fuego
embrujo de mi soñar

Princesa de pelo largo
y labios, labios de fuego
suspira ya el universo
cuando te siente pasar

Hasta el aire se enloquece
la brisa huracán parece
en cuanto tu porte de reina
se abre paso al andar

Y es porque te quiero amar
que te canto con el alma
aunque el aire se me corte
ay, amor me haces falta !
      





"Para ti, Hermosa Mujer y Amante, HEMBRA GALOPANTE..." POEMA CANCIÓN de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR






"Para ti, Hermosa Mujer  y Amante... 
HEMBRA 
GALOPANTE..."

POEMA CANCIÓN 
de FRANCISCO ALVERO, 
EL JUGLAR DEL AMOR



Para ti, hermosa mujer amante, hembra galopante
Que no duda un instante, en amar de verdad
Mujer pasional,  hembra sin igual
La mas preciosa flor, loca aventurera y ya

Dueña de mi ser, dueña de si misma y su palpitar, 
Angel  y demonio, Todo al mismo tiempo, 
Porque según el momento,Es tierna y es ardiente, 
Por siempre independiente... A cada instante, diferente...

Quisiera mujer, fundirme pronto a tu piel
Con gran lentitud penetrarte como el mar
Ay, mujer fatal, tu pasión carnal, me enloquece por igual
Como tu candor y tu corazón sin mal

Tu cuerpo, mujer, es mi gran debilidad
Entrégame ya, tu hermosura terrenal
Tu mirada azul,  sin tiempo ni edad , 
Que siempre me sabes dar
La que con facilidad, me hace todo olvidar

Quiero darte ya, como un huracán, Dulzuras de  miel y sal
Llenas de candor, y de gran pasión, también
Devorarte en este instante, dejando rasgos memorables
Para que sea imborrable, nuestra pasión sin alardes

Si continuas así, te haré temblar a la par de cantar, 
 Preñandote de luna y sol , como te gusta mi amor
Y así, cantando y bailando, no  separarnos jamas!

Pues te confieso, bella flor, que es tuya mi canción

Mujer amante, hembra galopante,
Me quemas como el sol, por eso hasta mi sangre quiero darte
Tu eres la preferida, De mis noches y mis días,
Tu eres mi corazón,  aunque no lo creas,
Porque tu eres para mí, mi  sol de amor.



 

viernes, 24 de abril de 2015

"Frondoso árbol del amor..." CANCIÓN de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR Y LA LIBERTAD



"Frondoso árbol del amor..."

 CANCIÓN de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR Y LA LIBERTAD  

Cuando salgo a caminar,
Por esta hermosa Ciudad.
Yo ya me pongo a cantar
Si te pienso de verdad.

Cuando te voy a buscar

el sol me acompaña ya
presintiendo ya quizás
todo este amor especial

Aunque llueva o salga el sol,

O el mundo se acabara hoy
Yo necesito tu amor
Y nada mas que tu amor!
Porque eres tu mi primor!!!
Si en tus ojos veo ese resplandor
Que mas podría pedir yo?
Frondoso árbol del amor.

Si no te pudiera hallar
 comenzaría a imaginar
que existes en mi soñar
y allí te iría a buscar

Mi manera de soñar

es escribir y cantar
porque de esta forma siento
que bien cerca mío estas!


Dame, dame tu calor,
Y un poquito de tu amor
Porque soy tu amante trovador
y el corazon entero yo te doy!
No te olvides que el amor,
que alimentamos los dos
Por siempre sera 

Frondoso árbol del amor!





















El árbol del amor...


Oralia, la hermosa jovencita de leyenda que dió origen al nombre con que popularmente se conoce al árbol, vivía en una de las señoriales casas que daban marco colonial al jardín. Con la lozanía de su edad, propicia para el primer amor, su cantarina risa contagiaba la alegría de vivir a todo lo que la rodeaba.

Era Juan un humilde pero risueño y noble barretero, que aun despierto soñaba encontrar la brillante veta de plata para ofrecérsela a Oralia, a quien amaba en silencio, mas al sentirla cerca la conciencia de su pobreza la alejaba como la más remota estrella.

Por las tardes, al salir de la mina, Juan se convertía en alegre y locuaz aguador, siempre acompañado del paciente burro al que recitaba sus improvisados versos de amor, caminando más de prisa con la dulce ilusión de contemplar a Oralia al entregarle el cristalino líquido, parte del cual era destinado de inmediato a regar las plantas del jardín y en especial el árbol que cuidaban con esmero.

La juvenil Oralia sentía a su vez nacer un entrañable cariño, más allá de la amistad, por el locuaz aguador que por su parte día a día se ganaba también la estimación de las familias.

Mas sin saberlo Juanillo tenía un rival, que tras la etiqueta de la cortesía y modales refinados, conquistaba cada vez mayor campo en el corazón de Oralia, quien experimentaba la ruborosa turbación de sus encontrados sentimientos, ante la presencia de Pierre, aquel francés que la colmaba de atenciones.

El destino había traído precisamente a su casa al francés al ocurrir la ocupación por las tropas invasoras en 1864, y por cortesía las familias dispensaban un trato deferente al extranjero, eximiéndolo de responsabilidad por los actos de un gobierno al que debía obediencia. El francés, siempre impecable en sus modales y pulcro en el vestir, les visitaba no tanto por corresponder a la amabilidad de la familia, sino con la secreta esperanza de impresionar a Oralia, de quien se había enamorado.

Con el permiso de los padres, solían sentarse bajo la sombra del árbol que Oralia regaba y cuiaba; entonces la joven dejaba volar su imaginación al escuchar la descripción que de su patria le hacia Pierre.

Juanillo sufría en silencio al contemplarlos juntos, incapaz de hacer nada para evitarlo, y al comprender la fatalidad de las barreras sociales que lo separaban de su amor, soñando siempre con encontrar la veta de plata que le ayudara a realizar sus sueños.

Trabajaba duro en minas abandonadas, soportando la fatiga; al final de la jornada, el agua de las minas limpiaba el polvo que cubría su piel, haciendo huir el cansancio, para dirigirse a con su fiel burrito a llenar sus botes del agua de la fuente y repartirla a las familias con quienes se había "amarchantado", cuidando de dejar al final la casa de Oralia para disponer de un poco más de tiempo en su compañía.

La simpatía del humilde enamorado hacía que Oralia lo esperara con impaciencia para que le ayudara a regar su árbol, como ya se había hecho costumbre. Al hacerlo, su regocijo se manifestaba en el lenguaje secreto de los enamorados; el árbol lo sabía y el susurro de sus hojas se confundía con el rumor de las risas de los jóvenes, mientras su follaje se inclinaba, en un intento de protegerlos de miradas indiscretas.

Dolía el corazón a Oralia cuando una tarde se encaminó hacia el templo. Postrada ante el altar, lloró en silencio al comparar dos mundos tan opuestos; su plegaria imploraba ayuda para tomar la decisión acertada en tan cruel dilema sentimental.

Al salir del templo y dirigirse a su casa sin haber logrado adoptar una resolución, se sentó en silencio bajo el árbol y el llanto volvió a sus ojos, su angustia provocaba la alteración del ritmo de los latidos de su corazón, cuando en su regazo cayó suavemente un racimo de cristalinas lágrimas que conmovido el árbol le ofrecía como amigo amoroso en su desconsuelo, y al contacto de sus tiernas manos, las lágrimas del árbol se convirtieron en un tupido racimo de blancas flores.

Oralia recuperó la paz junto a su árbol y encontró el valor suficiente para decidirse por su barretero, sin importarle su humilde condición.

Al día siguiente, el francés se presentó puntual en la casona y con semblante aduso informó de su próxima partida de la ciudad y del país. Otros vientos políticos flotaban en la nación y era urgente su traslado a Francia. Se llevaba el corazón destrozado por verse obligado a abandonar el afecto que había encontrado, y la despedida le resultaba aún más amarga al saber que jamás volvería a ver a Oralia, quien lo despidió junto al árbol, ahora ya tranquila al comprender que había tomado la decisión más correcta de su vida.

Mientras tanto, en la profundidad de la mina donde había cifrado sus esperanzas, Juan vislumbraba un tenue brillo, tan sutil y huidizo como la ilusión; una corazonada hizo intuir al gambusino la veta que buscaba, y con nuevos bríos continuó excavando con su barreta la dura roca que aún se resistía a entregar al imberbe joven su argentífera savia.

Al día siguiente, al llegar con el agua, Oralia lo notó más alegre y locuaz que de costumbre; no se pudo contener y al verlo tan feliz y sin pensarlo le estampó un impetuoso beso junto al Árbol del Amor que regaban ahora entre risas.

Juan ni de su rica veta de plata se acordó, y olvidó completamente el discurso que toda la noche había ensayado, al ver caer racimos de flores blancas del árbol, que así compartía la culminación de tan bello idilio en aquel tranquilo jardín, hoy plazuela de Miguel Auza frente al ex templo de San Agustín.

Desde entonces, las parejas de enamorados consideran de buena suerte refugiarse bajo las ramas del Árbol del Amor, para favorecer la perduración de su romance.