La obra, ya está dentro,
Y se aprende a tallarla,
Tallándola, simplemente.
Observando alrededor,
Con artesanal paciencia,
Pensando también en el otro,
Reconociéndola en los demás.
Sacándole lo que le sobra,
Como Da Vinci enseñó,
Sólo le resta brillar.
Es sinfonía verde, que crece al alba.
Se escribe con la esperanza,
Está abierta, extendida, está viva
Sólo falta ejecutarla,
Moverla, tocarla, penetrarla
Como motor, ponerla en marcha,
Buscarla y encontrarla,
La vida, hay que cantarla y susurrarla,
Abrazarla, sacudirla, despertarla.
Amarla,
porque es obra nuestra.
Tiene la profundidad del mar,
Y la anchura del viento,
El peso de una pluma,
O de una manada de elefantes en celo
La intensidad de mil orgasmos,
Y la ternura de un beso,
Es lo posible e imposible,
Huracán y remanso, ceniza y fuego
Agua que apaga los incendios.
La obra, es tal y como la hacemos.
Estamos inmensamente dotados,
Para hacer algo grandioso de ella,
Engendrar nuestros sueños,
Sin castrarlos primero,
Ni abortarlos, antes de nacer,
Bajo el cielo, en este mundo,
Sembrar flores y estrellas,
Pequeñas pero bellas, mágicas.
Si la decisión no se halla muerta,
La obra está palpitando,
En el
vientre de nuestro corazón.
Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA
Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA
No hay comentarios:
Publicar un comentario