VALS DEL ADIÓS
MÚSICA:
Francisco Alvero EL JUGLAR
LETRA: Julio Sosa
(Del Libro "Dos Horas Antes del Alba")
Por qué te
dije adiós… te dije adiós… dulce adorada
Mi dolor nunca advertiste, ni al morder de tu
manzana,
No viste que
encerrado, en la cárcel del recuerdo,
Estaba
nuestro amor, nuestro amor, aun resistiendo
Por qué te dije adiós… ya deberías tu saberlo
Por
qué te dije adiós, te dije adiós y he
permitido,
Que te fueras,
amor, ay, como un sueño adormecido
Llevando
tras de ti, tu fresca risa de rocío,
Dejándome
en silencio…por siempre pensativo
Jamás, jamás lo comprendiste!
Por qué te
dije adiós, en medio de nuestra alborada
Por qué te
dije adiós… te dije adiós… aunque te amaba
Más sin remordimientos, digo en horas tan aciagas,
Adiós, adiós,
dulce adorada!
Porque te
dije adiós, te dije adiós, aunque te amaba
Mi dolor nunca
advertiste, ni al morder tu beso triste,
Por eso… te
digo adiós …Aunque te amaba
Con mis lágrimas oscuras… llanto inútil, penetrante
Gemido lacerante, con que vierto trashumante
El inmenso dolor de no tenerte, en este instante
Pensarte desde
lejos… en brazos de algún amante
Al igual que este vals, amarte siento,
Tiernamente otra vez, besarte quiero
Aunque sea imposible pensar
Que lo nuestro volviera a
empezar
Yo vi en ti un
gran amor, un gran amor en tu mirada
Y supe ver en ella aquel dolor que no se calma
Aunque no lo aceptaras, resignada te marchabas
Y no supe decirte, gritarte que te amaba!
Y yo vi en tu tristeza, aquel dolor de
obedecerme,
Aunque no lo quisieras, fuiste tú muy consecuente,
Y no supe gritarte, gritarte que volvieras
Tal vez por cobardía o por temor a los de afuera
Tuve miedo al amor, cobardemente,
De vivir otra vez,
ardientemente…
Tuve miedo de amar, es verdad
Tuve miedo al amor, nada
más
Golondrina
azulada, azul, azul como este frio,
Frente al
viento traidor, que te alejó de mi cobijo
Enamorada y
gris de aquel paisaje taciturno
Ya no pude
ayudarte, aunque era fuerte el sentimiento
Ayer te vi pasar, te vi pasar y tu mirada,
Reflejaba la luz, la luz de amores nuevos,
Y te quise gritar, gritar, cuanto te amaba!!!
Pero ya
era muy tarde, muy tarde y no lo niego.
Yo sigo en este invierno que es el mismo de siempre,
Más vencido y más viejo, pero siempre queriéndote,
Por eso, he de gritarte, he de gritarte hasta que
muera,
La palabra tardía, que no pude alcanzarte…
Te quiero amada mía!, te quiero todavía
Con el alma te quiero, te quiero con la vida
y aunque sé que no has de volver nunca,
igual, igual te espero… te espero entre las brumas
Amor!
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