“Princesa del blues”
(Canción libre. Latin
jazz. Bolero freak. Bossa nova.)
De Francisco Alvero
EL JUGLAR DEL AMOR
Yo no sé, la reina quién es,
no lo sé, ni me interesa!
Pienso que una negra,
tal vez Ella fitzgerald o Janis Joplin?
Eres tú, princesa del blues,
la que me
inspira, en la noche azul, eres tú,
Tú, solamente tú, estando a tras luz,
mi vida
y mi cruz, tan sólo eres tú, eres tú!
Para mí, tu eres
para mi, tal como un elixir,
y por eso yo te canto así!
Sólo a tí… Sólo a tí… Ay, ay, si!
Yo no sé, si te conmueva al fin,
la canción que me
nació para ti!
Pienso que, si escuchas con atención,
puedas sentir mi
corazón rugiendo de amor!
Si para llegar a ti, debo ser sutil,
como
tú misma ay, ay, sí
Así, quisiera vivir, abrazado a ti,
como una canción,
sin principio ni fin.
Así, quisiera amarte a tí,
Devorarte y seguir
bebiéndote como un elixir!
Sólo a tí… Sólo a tí… Ay, ay, si!
Eres tú, la princesa del blues,
aunque seas toda una
reina, para este cantor
Sin pudor, cual retoñar de la flor,
desnudo mi alma y
mi corazón, en esta canción
Tú, princesa del blues,
tu ser me alimenta y
me da su néctar, tan azul,
Tú, solamente tú, me entregas la luz,
que
habita en tu alma tan azul!
Para vos, va mi canción, Princesa del soul…
Néctar
frutal del amor!
Para sentir la flor! Sólo preciso tu amor!
Las damas del blues
Las época dorada de las damas del blues
La primera grabación en disco de un blues por una persona afroamericana es de una mujer. Una versión de “Crazy Blues” de Mamie Smith de 1920 tiene tanto éxito que las discográficas deciden que hay mercado y se dedican a grabar a otras cantantes. Esto da pie a lo que se conoce como la época dorada de las cantantes de blues, que finalizará con el crack de 1929.
Muchos de los estudios históricos más puretas blues nos cuentan que las formas auténticas del blues son rurales, producidas por hombres solitarios que se dedicaban a tocar y a viajar. A las mujeres bluseras de los años 20, que grabaron sobre todo en centros urbanos, se las ve como aberraciones comerciales. Sin embargo, esta visión ignora que la obra de mujeres como Ma Rainey, Bessie Smith o Ethel Waterstuvo un papel muy importante no sólo musical sino social y culturalmente. Como cuenta Angela Davis en Blues legacies and black feminism (libro en el que se basa este post) ellas supieron poner voz a las experiencias de las clases trabajadoras negras y promover un modelo de mujer independiente y autosuficiente.
El blues como expresión de una nueva realidad
El blues, que surge décadas después de la abolición de la esclavitud, expresa musicalmente las nuevas realidades sociales y sexuales con que se encuentran las mujeres y hombres negros. Aunque su situación económica no había cambiado mucho, sus relaciones personales habían sufrido una transformación radical.
La emancipación, según Davis, tiene tres efectos fundamentales en las vidas de los antiguos esclavos: ya no hay prohibiciones para viajar y moverse libremente como durante la esclavitud; la educación se convierte en un objetivo alcanzable; y la sexualidad se puede explorar libremente, se puede escoger a las parejas amorosas. La nueva conciencia que promueve el blues da expresión a, al menos, dos de estas transformaciones: el viaje y la sexualidad.
El viaje
Tras el fin de la esclavitud y el final de la guerra civil en EEUU y la I Guerra Mundial se produce la conocida como Gran Migración, de población negra que vivía en su mayoría en zonas rurales (las antiguas plantaciones de esclavos) a zonas urbanas del Sur y del Norte.
Esta migración no tiene el mismo significado para mujeres y para hombres. La migración les afecta de forma específica a ellas porque quienes migraban eran en su mayoría hombres: ellas se quedaban atrás porque tenían cargas familiares, no tenían dinero para migrar o porque las alternativas baratas como colarse en un tren de mercancías entrañaban muchos peligros.
En este contexto, para muchas mujeres unirse a un vodevil ambulante o a una barraca de feria era un camino para la movilidad geográfica (una forma de emigrar) y social, pues era una de las escasas oportunidades de trabajar ganando un sueldo y rechazar la vida miserable y llena de abusos de una trabajadora doméstica.
Amor y sexo
Históricamente, en la tradición afroamericana el amor sexual individual ha estado ligado con las posibilidades de libertad social. Hay que recordar que los esclavos no podían elegir a sus parejas, que a las mujeres muchas veces sus amos las explotaban sexualmente, que se separaba arbitrariamente a las familias cuando se las vendía, etc. Para los esclavos recién emancipados, poder escoger a sus parejas sexuales era un símbolo de su libertad recién adquirida, lo que explica la importancia de la sexualidad en el blues (y en otras expresiones y estilos musicales).
Aunque en el blues el amor sigue tiene una gran importancia, es importante notar que no se representa el amor como ese reino idealizado como hacen las canciones populares, sino como un terreno agitado y lleno de conflictos.
Las canciones que cantan las bluseras desafían las representaciones habituales del amor y la sexualidad. Las protagonistas de las canciones del blues femenino pocas veces son esposas y casi nunca madres. Las figuras femeninas que se evocan son mujeres independientes, que no están recluidas en el espacio doméstico. En las canciones abundan las referencias y metáforas sexuales y los personajes femeninos están claramente en control de su sexualidad.
Por ejemplo, pocas de las canciones de Ma Rainey (en la imagen) hablan de mujeres hechas polvo por las infidelidades de sus parejas, sino que están protagonizadas mujeres con un comportamiento amoroso parecido al de los hombres y que defienden su derecho a pasárselo bien. En cuanto a Bessie Smith, si bien es cierto que la mayoría de sus canciones hablan de rechazo, abuso y amantes infieles, la posición habitual de la protagonista está lejos de la resignación y el desespero.
En este sentido, es importante señalar la importancia que tiene la interpretación que hacían estas mujeres de las letras, muchas veces desviándolas de su significado original y llevándolas a su terreno, dándoles una ironía o una distancia que no tenían en el papel. Muchas veces se olvida que estas mujeres también eran grandes comediantes.
Estas mujeres no tenían escrúpulos en anunciar el deseo femenino; las canciones expresan su deseo de “get their loving”. Por ejemplo, “One hour mama”, de Ida Cox(“…Soy una mujer de una hora, así que ningún tipo de un minuto me vale…”).
O por ejemplo, “Prove it on me blues” de Ma Rainey, que habla de su lesbianismo y explica al mundo porqué prefiere a las mujeres (“…Salí la otra noche con un grupo de amigas / Deben haber sido mujeres porque no me gustan los hombres…”).
También encontramos muchas canciones que hacen referencia a la violencia de género, que muchas veces se presenta como uno de los riegos de las relaciones sexuales. Aun así, el mero hecho de visibilizar este problema en público y mostrar a mujeres que se niegan a adoptar el papel de víctimas tiene un gran valor, según Davis.
Aun así, este momento optimista en el que las mujeres podían ejercer poder y control sobre su sexualidad no duró mucho. El espacio que se había abierto con la era dorada no sobrevivió a la Gran Depresión. Aun así, la herencia de cantantes como Ma Rainey, Bessie Smith o Ethel Waters sirvió de referente para las cantantes que vinieron después, y como inspiración a las feministas negras, que han dedicado numerosos ensayos a analizar su legado.
Las damas del blues
Las época dorada de las damas del blues
La primera grabación en disco de un blues por una persona afroamericana es de una mujer. Una versión de “Crazy Blues” de Mamie Smith de 1920 tiene tanto éxito que las discográficas deciden que hay mercado y se dedican a grabar a otras cantantes. Esto da pie a lo que se conoce como la época dorada de las cantantes de blues, que finalizará con el crack de 1929.
Muchos de los estudios históricos más puretas blues nos cuentan que las formas auténticas del blues son rurales, producidas por hombres solitarios que se dedicaban a tocar y a viajar. A las mujeres bluseras de los años 20, que grabaron sobre todo en centros urbanos, se las ve como aberraciones comerciales. Sin embargo, esta visión ignora que la obra de mujeres como Ma Rainey, Bessie Smith o Ethel Waterstuvo un papel muy importante no sólo musical sino social y culturalmente. Como cuenta Angela Davis en Blues legacies and black feminism (libro en el que se basa este post) ellas supieron poner voz a las experiencias de las clases trabajadoras negras y promover un modelo de mujer independiente y autosuficiente.
El blues como expresión de una nueva realidad
El blues, que surge décadas después de la abolición de la esclavitud, expresa musicalmente las nuevas realidades sociales y sexuales con que se encuentran las mujeres y hombres negros. Aunque su situación económica no había cambiado mucho, sus relaciones personales habían sufrido una transformación radical.
La emancipación, según Davis, tiene tres efectos fundamentales en las vidas de los antiguos esclavos: ya no hay prohibiciones para viajar y moverse libremente como durante la esclavitud; la educación se convierte en un objetivo alcanzable; y la sexualidad se puede explorar libremente, se puede escoger a las parejas amorosas. La nueva conciencia que promueve el blues da expresión a, al menos, dos de estas transformaciones: el viaje y la sexualidad.
El viaje
Tras el fin de la esclavitud y el final de la guerra civil en EEUU y la I Guerra Mundial se produce la conocida como Gran Migración, de población negra que vivía en su mayoría en zonas rurales (las antiguas plantaciones de esclavos) a zonas urbanas del Sur y del Norte.
Esta migración no tiene el mismo significado para mujeres y para hombres. La migración les afecta de forma específica a ellas porque quienes migraban eran en su mayoría hombres: ellas se quedaban atrás porque tenían cargas familiares, no tenían dinero para migrar o porque las alternativas baratas como colarse en un tren de mercancías entrañaban muchos peligros.
En este contexto, para muchas mujeres unirse a un vodevil ambulante o a una barraca de feria era un camino para la movilidad geográfica (una forma de emigrar) y social, pues era una de las escasas oportunidades de trabajar ganando un sueldo y rechazar la vida miserable y llena de abusos de una trabajadora doméstica.
Amor y sexo
Históricamente, en la tradición afroamericana el amor sexual individual ha estado ligado con las posibilidades de libertad social. Hay que recordar que los esclavos no podían elegir a sus parejas, que a las mujeres muchas veces sus amos las explotaban sexualmente, que se separaba arbitrariamente a las familias cuando se las vendía, etc. Para los esclavos recién emancipados, poder escoger a sus parejas sexuales era un símbolo de su libertad recién adquirida, lo que explica la importancia de la sexualidad en el blues (y en otras expresiones y estilos musicales).
Aunque en el blues el amor sigue tiene una gran importancia, es importante notar que no se representa el amor como ese reino idealizado como hacen las canciones populares, sino como un terreno agitado y lleno de conflictos.
Las canciones que cantan las bluseras desafían las representaciones habituales del amor y la sexualidad. Las protagonistas de las canciones del blues femenino pocas veces son esposas y casi nunca madres. Las figuras femeninas que se evocan son mujeres independientes, que no están recluidas en el espacio doméstico. En las canciones abundan las referencias y metáforas sexuales y los personajes femeninos están claramente en control de su sexualidad.
Por ejemplo, pocas de las canciones de Ma Rainey (en la imagen) hablan de mujeres hechas polvo por las infidelidades de sus parejas, sino que están protagonizadas mujeres con un comportamiento amoroso parecido al de los hombres y que defienden su derecho a pasárselo bien. En cuanto a Bessie Smith, si bien es cierto que la mayoría de sus canciones hablan de rechazo, abuso y amantes infieles, la posición habitual de la protagonista está lejos de la resignación y el desespero.
En este sentido, es importante señalar la importancia que tiene la interpretación que hacían estas mujeres de las letras, muchas veces desviándolas de su significado original y llevándolas a su terreno, dándoles una ironía o una distancia que no tenían en el papel. Muchas veces se olvida que estas mujeres también eran grandes comediantes.
Estas mujeres no tenían escrúpulos en anunciar el deseo femenino; las canciones expresan su deseo de “get their loving”. Por ejemplo, “One hour mama”, de Ida Cox(“…Soy una mujer de una hora, así que ningún tipo de un minuto me vale…”).
O por ejemplo, “Prove it on me blues” de Ma Rainey, que habla de su lesbianismo y explica al mundo porqué prefiere a las mujeres (“…Salí la otra noche con un grupo de amigas / Deben haber sido mujeres porque no me gustan los hombres…”).
También encontramos muchas canciones que hacen referencia a la violencia de género, que muchas veces se presenta como uno de los riegos de las relaciones sexuales. Aun así, el mero hecho de visibilizar este problema en público y mostrar a mujeres que se niegan a adoptar el papel de víctimas tiene un gran valor, según Davis.
Aun así, este momento optimista en el que las mujeres podían ejercer poder y control sobre su sexualidad no duró mucho. El espacio que se había abierto con la era dorada no sobrevivió a la Gran Depresión. Aun así, la herencia de cantantes como Ma Rainey, Bessie Smith o Ethel Waters sirvió de referente para las cantantes que vinieron después, y como inspiración a las feministas negras, que han dedicado numerosos ensayos a analizar su legado.
Ella Fitzgerald
Junto con Billie Holiday y Sarah Vaughan, está considerada como la cantante más importante e influyente de la historia del jazz (y, en general, de la canción melódica popular de Estados Unidos). Estaba dotada de una voz con un rango vocal de tres octavas, destacando su clara y precisa vocalización y su capacidad de improvisación, sobre todo en el scat, técnica que desarrolló en los años cuarenta y que anunció el surgimiento del bop. En los años cincuenta sentó cátedra con su concepción de la canción melódica, en paralelo a la obra de Frank Sinatra, con sus versiones de los temas de los grandes compositores de la canción popular estadounidense (los songbooks de Duke Ellington, Cole Porter, Johnny Mercer, etc.). El único reparo que se le ha puesto a su talento interpretativo es cierta incapacidad para adaptarse emocionalmente a letras con contenido dramático.
Ganó catorce premios Grammy, incluyendo el Grammy a toda su carrera, y fue galardonada con la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos.
Ella Fitzgerald | ||
---|---|---|
Ella Fitzgerald en 1946. | ||
Datos generales | ||
Nombre real | Ella Jane Fitzgerald | |
Nacimiento | 25 de abril de 1917 en Newport News, Estados Unidos | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Muerte | 15 de junio de 1996 en Beverly Hills, Estados Unidos(79 años) | |
Cónyuge | Benny Kornegay (1941-1943) Ray Brown (1947-1953) | |
Hijos | Ray Brown Jr. (adoptado) | |
Ocupación | Músico | |
Información artística | ||
Tipo de voz | Mezzosoprano1 | |
Género(s) | Swing, bebop, pop tradicional, vocal jazz | |
Instrumento(s) | Voz | |
Período de actividad | 1934-1993 | |
Discográfica(s) | Capitol, Decca, Pablo, Reprise, Verve, Brunswick, HMV | |
Web | ||
Sitio web | http://www.ellafitzgerald.com | |
Ficha | Ella Fitzgerald en IMDb |
Biografía
Nacida en Newport News, Virginia, EE. UU., creció en Yonkers, Nueva York, en una situación de pobreza permanente. Su padre, William Fitzgerald, conductor de tren, abandonó a su madre Temperance (Tempie) Fitzgerald, lavandera, cuando Ella era aún muy pequeña. Las dos se trasladaron a Yonkers (Nueva York), junto con el novio de Tempie, Joseph Da Silva, con el que tendría una hija en 1923, Frances Fitzgerald.
En 1932, la madre de Ella murió tras un grave accidente de tráfico. Tras estar con Da Silva durante un breve período, su tía Virginia se hizo cargo de ella. Poco tiempo después, Da Silva fallecería de un ataque cardíaco, por lo que Frances tuvo que irse también a vivir con Ella y su tía.
Este ambiente dramático condicionó el comportamiento de Ella, que tuvo frecuentes problemas con el absentismo escolar e incluso con la policía, lo que la llevó a ser internada en un reformatorio, de donde trató de escapar varias veces, así como de su casa.
Ya de pequeña le gustaba bailar y cantar en un club escolar y en el coro de la Bethany African Methodist Episcopal Church. Aprendió a tocar el piano, escuchó atentamente la radio y estudió todas las grabaciones que salían de Louis Armstrong y las Boswell Sisters.
En 1932 se trasladó a Nueva York para vivir con un tío y encontró un lugar en la State Training School For Girls de Nueva York, una especie de hospicio.2 Hacia 1934 lo abandonó.
Comienzos como cantautora
Ella debutó como cantante a los 19 años, el 21 de noviembre de 1934,3 en el Harlem Apollo Theater de Nueva York, ganando el concurso Amateur Night Shows con la canción «Judy», interpretada al estilo de su ídolo Connee Boswell. Tras una breve colaboración con la banda de Tiny Bradshaw, Ella consiguió entrar en la orquesta de Chick Webb, convencida por uno de los asistentes a las noches del Apollo: el reputado arreglista y saxofonista alto Benny Carter.
Comenzó a cantar con la banda de Chick Webb en 1935, en el Savoy Ballroom de Harlem. El crítico George T. Simon escribió en la revista Metronome en enero de 1936: «Aquí tenemos a la número uno de 1936... Ella Fitzgerald... la joya de 17 años que canta en el Harlem Savoy Ballroom con la estupenda orquesta de Chick Webb con su gran aptitud natural para el canto... una de la mejores... no hay razón para pensar que no llegue a ser la mejor dentro de un tiempo». En 1937, la mitad de los temas de la banda contaban ya con la voz de Ella. Grabó una serie de éxitos con ellos, incluyendo «If You Can't Sing It, You'll Have to Swing It», pero no fue hasta la grabación de su versión de la nana «A Tisket a Tasket» en 1938 cuando alcanzó el estrellato. Durante esta etapa, Fitzgerald era esencialmente una cantante de pop y swing que daba lo mejor de sí en las baladas. Tenía ya una hermosa voz, pero ni improvisaba ni practicaba todavía el scat. Efectuó numerosas grabaciones con Louis Armstrong, Count Basie, Duke Ellingtony en solitario.
Cuando Chick Webb falleció en 1939, la banda continuó su gira bajo el nuevo nombre de, Ella Fitzgerald and Her Famous Orchestra. Unos años más tarde, agotada del esfuerzo que suponía dirigir la orquesta y cantar a diario, disolvió la formación.4
Solistas
Comenzó su carrera en solitario en 1941. Cantó con the Ink Spots, Louis Jordan y The Delta Rhythm, y en 1946 empezó a cantar con regularidad en los conciertos de Norman Granz Jazz at the Philharmonic (JAP), convirtiéndose Granz en su mánager. Un gran cambio se produjo en el estilo de Ella durante este período. Estuvo de gira con la banda de Dizzy Gillespie y adoptó el bebop como parte de su estilo, y comenzó a incluir fragmentos de scat en sus interpretaciones. Sus grabaciones de "Lady Be Good", "How High the Moon" y "Flying Home" durante 1945-1947 se hicieron muy populares y su estatura como una de las primeras voces del jazz se asentó. Durante un tiempo (10 de diciembre de 1947-28 de agosto de 1953), estuvo casada con el bajista Ray Brown, con quien adoptó un niño, y usaba su trío como acompañante. Las series de duetos con el pianista Ellis Larkins en 1950 y 1954 la hicieron interpretar composiciones de George Gershwin, como haría en uno de sus songbooks.
Tras aparecer en la película de 1955 Pete Kelly's Blues, Ella firmó por fin con el sello Verve de Norman Granz y durante varios años grabaría los famosos Song Books de los grandes compositores estadounidenses de música popular: Cole Porter, los Gershwins, Rodgers & Hart, Duke Ellington, Harold Arlen, Jerome Kern y Johnny Mercer. Aunque (con la excepción de los discos sobre Ellington) no fueron sus interpretaciones más jazzísticas (pues Ella se apegaba a la melodía e iba acompañada de una gran orquesta de cuerda), el resultado fue memorable. En 1960 graba su concierto en Berlín, que se convierte en su disco más importante para Verve.
Fitzgerald grabó para Capitol y Reprise entre 1967 y 1970. En sus últimos años, Fitzgerald volvió con Granz para formar parte de su nueva compañía, Pablo. Su colaboración comenzó con un gran concierto en 1972, el Santa Monica Civic Concert, y siguió a lo largo de toda la década con discos orientados plenamente al jazz, cantando con Count Basie, Federico Parra, Oscar Peterson y Joe Pass, entre otros.
Premios, distinciones y honores
Véase también: Anexo:Premios de Ella Fitzgerald
Otros premios importantes y honores que recibió durante su carrera fueron el Centro Kennedy para las artes Artes Medalla de Honor Premio, Medalla Nacional de Arte,y la primera Society of Singers Lifetime Achievement Award, llamada "Ella" en su honor, Medalla Presidencial de la Libertad, y el UCLA Spring Sing.6 En la ciudad de la Universidad del Sur de California, recibió el Premio USC "Magnum Opus" que cuelga en la oficina de la Fundación Caritativa de Ella Fitzgerald. En 1990, recibió un doctorado honorario en Música de la Harvard University.7
Muerte
En 1985, Fitzgerald fue hospitalizada brevemente por problemas respiratorios; en 1986, por insuficiencia cardíaca congestiva,8 y en 1990 por agotamiento.9 En 1987, como homenaje por sus 70 años de edad, la famosa cantante francesa France Gall le dedicó la canción Ella, elle l'a("Ella, ella lo tiene"), que fue un éxito musical. En 1993, Ella tuvo que sufrir la amputación de ambas piernas por debajo de la rodilla debido a los efectos de la diabetes.10Su vista se vio afectada también.11
En 1996, cansada de estar en el hospital, Ella quería pasar sus últimos días en casa. Confinada a una silla de ruedas, pasó sus últimos días en el patio trasero de su mansión de Beverly Hills en Whittier, con su hijo Ray y su nieta, Alice, de 12 años de edad. "Sólo quiero oler el aire, escuchar a los pájaros y escuchar reír a Alice," le habría dicho. En su último día, fue llevada fuera por última vez y se sentó allí durante aproximadamente una hora. Cuando se la llevaron de nuevo, Ella alzó la vista con una suave sonrisa en su rostro y dijo: "Estoy lista para irme ahora." Ella murió en su casa el 15 de junio de 1996 a la edad de 79 años.11 Pocas horas después de su muerte, el Festival de Jazz de Playboy se puso en camino en el Hollywood Bowl. En homenaje, la marquesina decía: "Ella te echaremos de menos".12Su funeral fue privado,12 y fue sepultada en Inglewood Park Cemetery en Los Ángeles.
Selección discográfica
1950
- Ella Sings Gershwin (1950)
- For Sentimental Reasons (1952)
- Songs in a Mellow Mood (1954)
- Lullabies of Birdland (1954)
- Miss Ella Fitzgerald & Mr Gordon Jenkins Invite You to Listen and Relax (1955)
- Ella Fitzgerald Sings the Cole Porter Songbook (1956)
- Ella and Louis (1956)
- Ella Fitzgerald Sings the Rodgers & Hart Songbook
- Ella and Louis Again
- Ella Fitzgerald Sings the Duke Ellington Songbook
- Like Someone in Love
- Porgy and Bess
- Ella Swings Lightly
- Ella Fitzgerald Sings the Irving Berlin Songbook
- Get Happy!
- Ella Fitzgerald Sings Sweet Songs for Swingers
- Ella Fitzgerald Sings the George and Ira Gershwin Songbook
1960
- Ella Wishes You a Swinging Christmas
- Hello, Love
- Ella Fitzgerald Sings Songs from "Let No Man Write My Epitaph"
- Ella Fitzgerald Sings the Harold Arlen Songbook
- Clap Hands, Here Comes Charlie!
- Rhythm Is My Business
- Ella Swings Brightly with Nelson
- Ella Swings Gently with Nelson
- Ella Sings Broadway
- Ella Fitzgerald Sings the Jerome Kern Songbook
- Ella and Basie!
- These Are the Blues
- Hello, Dolly!
- Ella Fitzgerald Sings the Johnny Mercer Song BookElla at Duke's Place
- Whisper Not
- Brighten the Corner
- Ella Fitzgerald's Christmas
- 30 by Ella
- Misty Blue
- Ella
1970
- Things Ain't What They Used to Be (And You Better Believe It)
- Ella Loves Cole
- Take Love Easy
- Fine and Mellow
- Ella and Oscar
- Fitzgerald and Pass... Again
- Lady Time
- Dream Dancing
- A Classy Pair
1980
- Ella Abraça Jobim
- The Best Is Yet to Come · Speak Love
- Nice Work If You Can Get It
- Easy Living
- All That Jazz
Álbumes en vivo
- Ella at the Opera House
- Ella Fitzgerald and Billie Holiday at Newport
- Ella in Rome: The Birthday Concert
- Ella Fitzgerald Live at Mister Kelly's
- Ella in Berlin: Mack the Knife
- Ella in Hollywood
- Ella Returns to Berlin
- Twelve Nights in Hollywood
- Ella at Juan-Les-Pins
- Ella in Hamburg
- Ella and Duke at the Cote D'Azur
- Sunshine of Your Love
- Newport Jazz Festival: Live at Carnegie Hall
- The Stockholm Concert, 1966
- Ella in Budapest, Hungary
- Ella à Nice
- Jazz at Santa Monica Civic '72
- Ella in London
- Montreux '75
- Montreux '77
- Digital III at Montreux
- A Perfect Match
- Sophisticated Lady
Notas
- ↑ Pleasants, H. (1974). The Great American Popular Singers. Simon and Schuster.
- ↑ «Ella Fitzgerald Biography» (en inglés). Notablebiographies.com.
- ↑ Cf. Megan Schoeneberger, Ella Fitzgerald: first lady of jazz, pág. 4.
- ↑ Holden, Stephen (16 de junio de 1996). «Ella Fitzgerald, the Voice of Jazz, Dies at 79». The New York Times (en inglés). Archivado desde el original el 16 de diciembre de 2012.
- ↑ «Grammy Hall of Fame Past Recipients» (en inglés). Grammy.org. Archivado desde el original el 28 de diciembre de 2012.
- ↑ «Ella Fitzgerald Star at Hollywood Walk of Fame» (en inglés). Walkoffame.com. Archivado desde el original el 18 de enero de 2013.
- ↑ «Partial List of Harvard Honorary Degrees». Harvard University. Consultado el 30 de mayo de 2013.
- ↑ «Ella Fitzgerald Hospitalized». The Lewiston Journal. AP. 13 de agosto de 1985. Consultado el 22 de febrero de 2014.
- ↑ «Ella Fitzgerald Hospitalized». AP News Archive. AP. 27 de julio de 1986. Consultado el 22 de febrero de 2014.
- ↑ «Ella Fitzgerald Had Both Legs Amputated». Daily News (Kingsport, Tennessee). Reuters. 13 de abril de 1994. Consultado el 22 de febrero de 2014.
- ↑ ab Holden, Stephen (16 de junio de 1996). «Ella Fitzgerald, the Voice of Jazz, Dies at 79». The New York Times. Consultado el 22 de febrero de 2014.
- ↑ ab Weinstein, Henry; Brazil, Jeff (16 de junio de 1996). «Ella Fitzgerald, Jazz's First Lady of Song, Dies». Los Angeles Times. pp. 1-3. Consultado el 22 de febrero de 2014.
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