“Ay, cuñada, cuñadita, te atreves a amar o evitarás la cita?” (Poema Canción.) De Francisco Alvero, EL JUGLAR del Amor.

 

“Ay, cuñada, cuñadita, te atreves a amar o evitarás la cita?”

(Poema Canción.)

 De Francisco Alvero, EL JUGLAR del Amor.

 

 En silencio suspiro por tu piel morena, 

prohibida y tentadora, mi cuñada bella, 

tus pezones turgentes prenden mi candela, 

y en tu risa transparente mi alma toda se enajena.

Tu sensualidad me atrapa, dulce morena, 

en la sombra de la noche voy susurrando tu huella, 

amor prohibido, ardiente como centella,

 en tu cuerpo de miel mi pasión se desgrana eterna.

 Ay, cuñada, cuñadita, te atreves a amar? 

En este poema cancion te quiero preguntar

si es cierto y es verdad, que amores prohibidos no hay

¿por que no dar rienda suelta a nuestro palpitar?

 

Tu figura esculpida en la luna serena, 

me convierte en prisionero de tu hermosa cautela, 

Con el fuego de tus besos mi sueño se alimenta,

 y en la danza del deseo tu cuerpo me revela.

Cuñada querida, este amor es mi condena, 

imposible pero eterno, asi se nos presenta, 

Tu belleza prohibida, ay, mi musa morena, 

en cada suspiro te desnuda como estrella.

 Sueño penetrarte dulce y tiernamente 

como el sol penetra en la mañana 

por la ventana,  obviamente

y quedarme alli largo rato abrazado

 hasta confundirnos en nuestros ladidos

al menos por un buen rato.

 Ay, cuñada, cuñadita, 

Si sabemos que esta vida es finita, 

Entonces por que no dar rienda suelta, 

a lo que nuestros cuerpos sedientos necesitan?

Por más que sea prohibido, mi deseo arde por ti, 

en la oscuridad de la noche, nuestras almas se buscan  y gritan si

que si, que si, que si, que vale la pena vivir

que si, que si, que si, aunque despues debamos sufrir

 En cada susurro, en cada mirada, 

mi amor por ti se revela como luna clara, 

Sin falsas excusas ni promesas vanas.

Cuñadita mia, morena bella, 

escucha como cantan por ti mis venas

Ay, cuñada, cuñadita querida, 

aunque no quiera mi corazón por ti late, 

por este amor que nos atrapa y seduce, 

que aunque lo llamen prohibido, es amor igual.

 Ay, cuñada, cuñadita, 

en tus brazos quiero fundirme, 

en tu piel morena, 

donde tu sensualidad  se despliega 

y mi pasión, cual venganza de los dioses,

Es un lujo del placer.

No importa lo que digan, lo que la gente murmure,

 nuestro amor es verdadero, intenso y puro, 

en este amor prohibido, encuentro mi refugio 

seguro contigo, mi cuñada, mi amor perdura y perdura.

Aunque el mundo se oponga, 

nuestro amor es fuerte, y sin barreras

 en tus ojos, morena, veo la verdad y la pasión hechicera, 

en cada beso robado, en cada caricia perfecta, 

me pierdo en ti, cuñada, en una llama que no cesa.

Así que sigamos, en secreto y sin maldad, 

disfrutando de este amor prohibido, intenso y total, 

sintiendo la pasión que nos quema por dentro, 

porque juntos somos uno, en la oscuridad.

Y aunque el destino nos separe algún día, 

nuestro amor perdurará lo juro, 

porque amarte, cuñada, es mi única verdad, 

y en mi corazón, como en mi mente, 

nuestro amor por siempre guiará.