"Muchachitas
De mi tierra,
Corazón de primavera. "
(Ay, mi linda muchachita)De mi tierra,
Corazón de primavera. "
CANCION TAKIRARI
De El Juglar Del Amor
Francisco Alvero
Oh, mi amor, dulce amor!
Corazón de primavera y flor
De primavera y florCorazón de primavera y flor
Ay, mi dulce compañera
Más bella que las estrellas
La del cuerpo de sirena
Primaveral
Ay, mi linda cambacita,
De Santa Cruz de la Sierra
Toda mi alma te desea
Corazón de primavera
Mis entrañas de poeta
De Santa Cruz de la Sierra
Toda mi alma te desea
Corazón de primavera
Mis entrañas de poeta
Se vuelven serenateras
Cuando rozo tus mejillas
Corazón de primavera
Ay, mi linda paraguaya
Con esa tierra tan amada
el guarani en sus entrañas
Siempre, siempre enamorada!
Cuando paso cerca suyo
Con esa tierra tan amada
el guarani en sus entrañas
Siempre, siempre enamorada!
Cuando paso cerca suyo
Tu mirada es la que cuenta
Ay, mi niña enamorada
Ay, mi niña enamorada
Corazón de primavera
Ay, mi linda brasileña
Sonrisa de quinceañera
Con tu cuerpito de seda
que enloquece a las estrellas
Caminando por el monte
Dos corazones se entregan
Por los ríos naturales
Corazón de primavera
Ay, mi linda y dulce amada
Muchachita Colombiana
Cantemos con esperanza,
Pues, la nueva era llama!
Que lindo es enamorarse
Muchachita Colombiana
Cantemos con esperanza,
Pues, la nueva era llama!
Que lindo es enamorarse
Mucho más la vez primera
Cuando los deseos queman
Corazón de primavera
Ay, niña venezolana,
Has encendido mi alma!
Cantemos, bailemos ya!
Que la copla ya se acaba!
Ay, muchachita uruguaya,
Peruana y ecuatoriana
Con diferentes tonadas
Y una sola forma de amar!
No se me pongan celosas,
Si es que no las nombro a todas
Muchachitas de mi tierra,
De Chile a Cuba, tan bellas!
Así sean de Nicaragua,
Del Salvador o Guatemala,
Hermosas dominicanas
Y también las mexicanas
Todas, todas son tan bellas
Latinoamerica nuestra
Luchadoras, sensibleras
Con su dignidad resueltas!
Ay, mi linda morenita,
Bella como pequeñita
El corazón me palpita
Primaveral
Ay, niña venezolana,
Has encendido mi alma!
Cantemos, bailemos ya!
Que la copla ya se acaba!
Ay, muchachita uruguaya,
Peruana y ecuatoriana
Con diferentes tonadas
Y una sola forma de amar!
No se me pongan celosas,
Si es que no las nombro a todas
Muchachitas de mi tierra,
De Chile a Cuba, tan bellas!
Así sean de Nicaragua,
Del Salvador o Guatemala,
Hermosas dominicanas
Y también las mexicanas
Todas, todas son tan bellas
Latinoamerica nuestra
Luchadoras, sensibleras
Con su dignidad resueltas!
Ay, mi linda morenita,
Bella como pequeñita
El corazón me palpita
Primaveral
Adriana Salvatierra, la mujer más joven en llegar a la presidencia del Senado en Bolivia
Con 29 años se transformó en la tercera línea de sucesión de la presidencia tras evo Morales y el Vicepresidente Álvaro García Linera. Su liderazgo ha estado marcado por su lucha por la erradicación de la violencia contra la mujer, además de la ampliación de derechos fundamentales como lo es el aborto legal.
Adriana Salvatierra Arriaza, tiene 29 años, se declara feminista y hace pocos días se transformó en la cuarta mujer- y la más joven- en ocupar el cargo de Presidenta del Senado en Bolivia. Con esto, Salvatierra ocupa la tercera línea de sucesión de la presidencia, tras Evo Morales y el Vicepresidente Alvaro García Linera.
Es fiel defensora de la gestión del Presidente Morales, desde los 16 años que milita en el MAS. Su padre, fue militante de este partido y su madre chilena, militó en el Partido Comunista acá en Chile.
Es politóloga y administradora pública de profesión, Salvatierra logró llegar al Senado en el año 2014, como suplente por el departamento de Santa Cruz en representación del oficialismo. El 2015 asumió la titularidad y se convirtió en la senadora más joven del país.
“Para mí, ser joven es cuestionar absolutamente todo lo que existe. Eso fue lo que hizo Evo y eso fue lo que hizo el MAS: cuestionar una república que era excluyente, que no valoraba al indígena, que discriminaba al pobre y al campesino“, ha señalado Salvatierra.
Entre sus principales luchas ha estado la erradicación de la violencia contra la mujer y la ampliación de derechos fundamentales para ellas como lo es el aborto legal.
La mujer boliviana y el activismo feminista joven que no quiere ramos de flores
Cuatro activistas feministas menores de 30 años y de diferentes colectivos hablan sobre las luchas por los derechos de las mujeres, la visibilización de un movimiento internacional y el significado de la celebración del Día de la Mujer Boliviana.
jueves, 11 de octubre de 2018 · 00:04
Alejandra Pau / La Paz
¿Ha quedado obsoleto el ramo de flores? “Y de qué sirve el ramo de rosas en esta fecha si el resto del año nos violentan o nos matan”, dice Adriana Mendoza Bautista, de 25 años. Hoy es el Día de la Mujer Boliviana, la flor o el ágape fugaz en la oficina están a la orden de la jornada; pero para cuatro mujeres jóvenes que pertenecen a distintos colectivos feministas el 11 de octubre no es una fecha para recibir felicitaciones.
El activismo feminista en Bolivia no es nuevo; colectivos, organizaciones y articulaciones han trabajado durante años y tienen emblemáticas representantes. No obstante, en los últimos años una nueva generación de mujeres bolivianas acompaña el boom que se ha generado en la región y varias partes del mundo, y cuya presencia se siente en movilizaciones como el Día Internacional de la Mujer o el Día de Acción Global por el aborto legal y seguro.
Para estas mujeres menores de 30 años el feminismo es “una causa, una trinchera, una fuerza, un derecho” y más. Consideran que entre los detonantes para la visibilización sin precedentes de este movimiento está: el incremento de la violencia de género y los feminicidios, la presión para la aprobación de la Ley 348 para garantizar a las mujeres un vida libre de violencia, la articulación de un movimiento internacional, las redes sociales como espacio para establecer lazos, compartir información y denuncias.
“Creo que los espacios que hemos ido ocupando, que no son los espacios de las concesiones formales, han permitido que las mujeres tengamos lugares de consideración y discusión pública que nos han dado mayor visibilidad (...). Esto de alguna manera ha contribuido a romper con los silencios de la violencia, de la discriminación, de la exclusión, entre otros; pero, por otro lado, también esto se ha visto nutrido en una relación cercana , no solo en un ámbito nacional, sino internacional, con el surgimiento de un fuerte movimiento de mujeres”, destaca la politóloga y representante del movimiento Pan y Rosas, Violeta Tamayo Oliver, de 27 años.
Tamayo es dirigente de la Liga Obrera Revolucionaria (LORCI) y de Pan y Rosas, una organización con militantes trotskistas e independientes que tienen como punto común abordar los problemas de la opresión de género desde una perspectiva de clase.
De esta forma, esta visibilización de la luchas de las mujeres que va de la mano de la juventud se nutre del panorama internacional, pero no para replicarlo, sino para articular un movimiento con reivindicaciones propias. Para Tamayo, Bolivia está siendo fortalecida por una creciente consciencia de que la violencia contra las mujeres no debe seguir siendo soportada, callada o escondida.
Según las activistas jóvenes, las acciones de hoy van más allá de la indignación para mostrar una capacidad potencial de organización, que antes no se visilizaba con la fuerza que tiene en el presente.
La “acidez” del patriarcado
Por su parte, la politóloga Anahí Alurralde Molina, de 27 años, parte de #NiUnaMenos considera que otro detonante importante fue el hartazgo frente a “la respuesta ácida del patriarcado” respecto a las mujeres que deciden asumir la autonomía y decisión sobre sus vidas, cuerpos y cuestionan roles como la maternidad.
“La violencia, como una forma de control del patriarcado, empieza a ser un detonante para la movilización de las mujeres (...). En Argentina empieza a articularse el #NiUnaMenos como una forma colectiva de repudio a las cifras de horror que se estaban viviendo y en nuestro país estos patrones empiezan también a visibilizarse”, destaca Alurralde.
Alurralde empezó a hacer militancia feminista en Ecuador durante una especialización profesional hace alrededor de seis años y para ella la lucha feminista es parte de su ser como mujer.
En tanto, en Bolivia la violencia de género sigue en cifras rojas. Entre enero y junio de 2018, hubo 61 feminicidios. A ello se suman 726 violaciones sexuales según un informe de la Fiscalía General del Estado difundido en julio.
Ser lesbiana y alzar la voz
La psicóloga Shadé Mamani Calisaya, de 27 años, “salió del closet” hace seis años para declararse lesbiana.
Hace dos años y medio fundó el colectivo Wiñay Wara DSG (Diversidades sexuales y de género), una organización que busca trabajar destacando la participación de las mujeres con diversidades sexuales.
“Uno de nuestros principios fundamentales está en velar por las mujeres, lesbianas, bisexuales y trans (...). Para nosotros se trata de empoderar a nuevos y nuevas líderes, trabajando además con el tema de la interseccionalidad, que se refiere a cómo en la sociedad nos reconocemos como indígenas con diversidades sexuales, que aunque parezca que no existían, han estado aquí desde siempre”, explica.
El colectivo aborda además problemáticas como la lucha contra la violencia intragénero, entre personas o parejas gays y lesbianas.
Para la psicóloga, el activismo era una tarea pendiente que le debía a la adolescente que fue y que a los 16 años intentó suicidarse al no saber qué hacer siendo lesbiana y no encajar con los roles que la sociedad le demandaba.
De la violencia y al feminismo
Adriana Mendoza Bautista es egresada de la carrera de Fonoaudiología y es parte de la Red Nacional de Líderes Juveniles Tú Decides, cuyo trabajo pone énfasis en derechos sexuales y reproductivos. La red tiene alrededor de 400 miembros en el país.
Cuando empezó su carrera universitaria fue víctima de violencia por parte de su enamorado. Decidió terminar con la relación después de asistir a talleres que ofrecía el municipio paceño, en ellos aprendió sobre la violencia contra la mujer. Desde entonces asume que el feminismo es un aprendizaje constante en su vida.
El área de trabajo que prefiere se enfoca en la incidencia política y ser un nexo entre la juventud y los tomadores de decisiones.
“La mayoría de las adolescentes y jóvenes no conoce sus derechos sexuales y por ello se registran cifras altas de embarazos, necesitamos que estos derechos se garanticen (...). Por eso, nos involucramos en dar información para la prevención de embarazos y transmisión de ETS y como organización decidimos apoyar la despenalización del aborto o el aborto libre”, manifiesta.
Sin fecha de caducidad
Una de las posiciones más recurrentes de los detractores de los movimientos feministas es que es una moda. Las entrevistadas afirman que este es un movimiento emergente y sin fecha de caducidad.
Por el contrario, concuerdan que la capacidad que tienen para articularse, a pesar de tener diferencias políticas y de otra índole, ha fortalecido su visibilización a nivel nacional. Prima entonces el objetivo de luchar por las demandas y los derechos de las mujeres.
Las activistas y militantes feministas coinciden en que entre las causas urgentes está: el aborto libre, seguro y gratuito; el cumplimiento real y efectivo de la Ley 348 (prevención, atención y sanción); la educación sexual integral; la independencia económica y eliminación de la brecha salarial.
Frente a este panorama de conquistas pendientes, asumirse como los “seres más sublimes” que reciben flores el 11 de octubre ha dejado de ser significativo.
Punto de vista
Andrea Terceros Warmis en Resistencia - Espacio de Mujeres
Andrea Terceros Warmis en Resistencia - Espacio de Mujeres
“En el Día de la Mujer Boliviana nosotras salimos al frente en esta fecha diciendo ‘nada que festejar’, porque existe esta romantización del rol de la mujer en la sociedad, desde el punto de vista que la mujer es un objeto, como ‘la cosa más sublime’. La mujer no es tomada en cuenta como un ser humano y hasta que sea así, no habrá nada que festejar. Si fuera realmente tanta la idolatría hacia la mujer no nos estarían matando, violando, acosando en las calles; si esto fuera real, no tendríamos los índices tan altos de violencia que tenemos”.
“Creo que con la democratización del acceso al internet y a las redes sociales a nivel global se ha logrado constatar que el feminismo es el movimiento más internacionalista de todos (...). Las mujeres estamos movilizadas y lo hemos hecho evidente en más de 160 países el 8 de marzo en los últimos tres años. Y antes de hacerlo nos sentamos a hablar entre todas a través de conferencias”.
“Nos dicen feminazis, asesinas por el tema del aborto, nos amenazan con violarnos y matarnos cuando salimos a las calles (...); pero ya existe una parte de la sociedad que se suma a nosotras”.
“Creo que es una fecha para cuestionarse: ¿por qué después de tantos años no tenemos una presidenta mujer? Pero también sobre qué hacemos como mujeres lesbianas, héteros y demás para salir de los roles que nos impone la sociedad”.
“Es una fecha en la que no necesitamos felicitaciones porque aún vivimos en la inequidad y desventaja, y además para analizar si se ha avanzado en el ejercicio de nuestros derechos”.
“No me parece una fecha que haga honor a las luchas cotidianas de las mujeres (...). Creo que se hace honor a nuestra lucha contra la opresión cuando las compañeras pelean por su territorio, arriesgando incluso su vida; cuando se cuestiona a la Iglesia sobre la penalización del aborto”.
“Para mí esta fecha tiene un contenido histórico importante por Adela Zamudio; pero la otra arista a la que le encuentro significancia es que es una fecha de denuncia. Creo que no sirve de nada felicitar a las mujeres bolivianas si es a ellas a las que se está matando cada día”.
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