Bajo este sol primaveral vengo a cantar
De Francisco Alvero, EL JUGLAR DEL AMOR
Bajo este sol
primaveral vengo,
A cantar
sabores y sinsabores de mi pueblo,
Es decir del
mundo entero,
Ni más ni
menos.
Y así, casi,
casi sin quererlo,
Descubro paradojas
que esconden algo cierto
Del amor y
su fundamento,
Para nada casual,
si la causa esencial hacemos.
¿Qué sería
de mí, sin mi cantar?
Tal vez, un
barco hundido en el abismo de la soledad
O un palomo
herido queriendo hallar su nido
Para dar
rienda suelta a su soñar.
Bajo este sol
primaveral vengo
A liberar al
mundo mis gorjeos,
Porque se de
esta manera, yo creo
Muchas de
las heridas pueden sanar.